Debido al calor, a veces excesivo, es posible que en verano disminuya el deseo sexual y se instale la monotonía.
Normalmente, cuando pensamos en el verano, lo que nos viene a la mente son imágenes de playa, sol, cuerpos desnudos, largas noches y mucha sensualidad en el aire.
Sin embargo, en esos días más calurosos, con temperaturas que alcanzan e incluso superan los 40 grados, lo que más deseamos es la sombra, el agua fresca y el casi nulo movimiento. Y si es así, ¿cómo lo hacemos? Después de todo, el sexo es acción. Pero moverse y tener sexo implica sudor y roce de cuerpos que producen mucho calor.
Pero como en cualquier otra época del año, hay formas de romper la monotonía sexual y hacer que el deseo sexual se mantenga tan alto como las temperaturas.
Horarios más fríos
Hay muchas maneras de tener sexo en verano sin sudar demasiado. Para los que no tienen aire acondicionado, aprovechar las horas más frescas del día puede ser una buena alternativa. Las primeras horas de la mañana y la madrugada suelen tener temperaturas más frescas y una brisa fresca, por lo que son perfectas para el sexo. Definitivamente será un «paso fuera de la rutina» porque la mayoría de las veces no son los momentos en los que el sexo ocurre.
Sábanas de raso
Hay otra forma de utilizar el verano a tu favor, salir de la rutina y aumentar el deseo sexual. Las sábanas de raso son más frescas y tienen un tacto muy sensual. ¿Quién no ha imaginado una escena sexy con este tipo de sábanas? Entonces esta es la temporada perfecta para innovar en la ropa de cama, dar un ambiente más sexy al dormitorio y aumentar la libido.
Sexo y agua fría
El verano también puede ser una gran oportunidad para tener sexo en lugares que no se utilizan tan a menudo en la vida cotidiana. El verano y el agua combinan muy bien, así que practica el sexo en la ducha, en la bañera, en el mar, en la piscina, en fin, donde haya agua. Es unir lo útil a lo agradable: salir de la rutina en el sexo y mantener el ambiente fresco.
Sexo, hielo y helados
Otra forma de salir de la rutina y aumentar el deseo sexual en verano es recurrir a los alimentos fríos en el momento del sexo. Deslizar una piedra de hielo sobre el cuerpo de su pareja puede provocar sensaciones nunca antes experimentadas. O tal vez lamer el cuerpo de la pareja con un refrescante helado y luego sacarlo con la lengua. Este juego les va a excitar mucho.
Vino frío y champán
Otra forma de hacer algo diferente en la época de sexo de verano. Con las temperaturas más cálidas, beber un vino o un champán bien frío ayuda a relajar y, al mismo tiempo, deja ambos más ligeros y sueltos a la hora del sexo. Además, al igual que el hielo o el helado, verter un poco de la bebida sobre el cuerpo de la pareja y luego chuparla con la boca es una gran manera de condimentar el sexo
El aumento de las temperaturas puede afectar realmente al deseo sexual. Sin embargo, podemos aprovechar el verano para salir de la rutina con cosas que difícilmente probaríamos en invierno.
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