Los términos Sugar Baby y Escort de Lujo se confunden a menudo. Y para que no haya más dudas, vamos a explicar en este artículo el significado y las diferencias entre ellos.
¿Qué es una Sugar Baby?
En primer lugar, para que haya una Sugar Baby tiene que haber un Sugar Daddy. Uno no existe sin el otro. El Sugar Daddy suele ser un hombre mayor, con éxito económico y dispuesto a tener a su lado a una bella mujer a cambio de algún capricho interesante.
La Sugar Baby es una persona joven, normalmente una mujer, que busca una relación más larga con personas mayores y con éxito con la intención de tener una vida mejor.
Son mujeres bellas y elegantes que se preocupan por su aspecto. Aprecian el lujo y la sofisticación. Junto a su Sugar Daddy, aspiran a tener una vida increíble, conociendo lo mejor del mundo, a través de viajes, regalos, ayuda profesional y tutoría.
Son mujeres decididas que saben que se merecen lo mejor de la vida con un hombre que sea rico, amable y que haga todo por ellas.
Si una Sugar Baby sabe comportarse como una verdadera compañera y ganarse la confianza de su Sugar Daddy, puede incluso conseguir regalos más valiosos, como una propiedad propia, joyas o un coche de lujo.
Suelen ser relaciones muy similares a las de cualquier pareja normal de clase alta, pero en este caso, ambos saben que se trata de un acuerdo económico. Lo que no quiere decir que no pueda convertirse en una relación más seria si los dos se enamoran de verdad.
¿Qué es una escort de lujo?
Las Escorts de Lujo son también mujeres hermosas, educadas y cultas, que ponen su tiempo a disposición de los clientes que desean su compañía para algún evento específico.
A diferencia de una Sugar Baby, que tiene una relación con su Daddy, la Escort de Lujo sólo presta sus servicios por un tiempo determinado.
Por ejemplo, acompañar a un ejecutivo a un evento corporativo, a una fiesta o a un viaje de fin de semana. En definitiva, se trata de espacios de tiempo más cortos y preestablecidos.
Para las mujeres que desean ser independientes, es más ventajoso ser una escort de lujo. Además de la cuestión de saber el valor exacto de su trabajo, en la relación entre la escort de lujo y el cliente, la mujer siempre manda.
Suele ser ella la que decide cuándo y con quién quiere estar. Es ella quien establece las reglas que determinan el tiempo con el cliente y cuánto vale su servicio.
En conclusión: ser una escort de lujo puede significar tener límites y expectativas más claros, más control y quizás más dinero.
Sin embargo, para algunas mujeres es más cómodo asumir el papel de Sugar Baby. Así no sufrirán tantos prejuicios y exposición y tendrán la oportunidad de obtener algún beneficio económico.
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