Ser célibe hoy en día es una elección de muchas personas.
Cuando se habla de celibato, lo que inmediatamente viene a la mente es la idea de celibato asociada a varias religiones, es decir, el llamado celibato sacerdotal. Pero lo cierto es que cada vez más personas eligen el celibato como una forma de ser en la vida que puede no tener nada que ver con la religión.
¿Qué es el celibato?
Haciendo una búsqueda rápida, vemos que la palabra celibato como adjetivo, significa «estado de la persona que es soltera, de la que no está casada». «Estado o característica de ser célibe; condición de no estar casado.”
Y en sentido figurado, célibe indica «una persona que vive en el exilio sin contacto con nadie; solitario». Que no tiene intenciones sexuales».
En otras palabras, no todos los célibes son religiosos. Hay muchas otras razones para elegir el celibato como opción de vida.
Razones para elegir el celibato
• Como forma de obtener un sentido de identidad e independencia de los demás; • Para evitar un desengaño amoroso como el que suele producirse en los amores de las vacaciones de verano; • Ayuda a desviar la atención de las relaciones o del sexo, permitiendo concentrarse en el desarrollo personal o profesional; • Por razones de salud. Una persona puede elegir ser célibe para no arriesgarse a tener o transmitir una ETS; • Las personas adictas al sexo o con un comportamiento sexual compulsivo, pueden elegir el celibato como forma de recuperación. Es como un alcohólico que no puede beber alcohol por el riesgo de perder el control.
También hay personas que son célibes involuntariamente, es decir, contra su voluntad. En este caso, el celibato se produce como consecuencia de la soledad y el aislamiento que sufre.
La decisión de convertirse en célibe debe ser bien pensada, de acuerdo con la creencia de cada uno de lo que es el celibato para cada persona. Es algo que requiere práctica y compromiso para ser realizado.
Desde el momento en que cada persona empieza a comprender lo que significa el compromiso con el celibato, se empiezan a establecer los límites, que irán evolucionando a medida que uno progrese en su práctica.
Algunas personas que son célibes se abstienen totalmente del matrimonio. Pero hay quienes siguen teniendo citas o incluso se casan limitándose únicamente a la actividad sexual. Evidentemente, esto tiene sus dificultades, pero hay que recordar que el sexo no es la única forma de intimar con alguien. Es cuestión de mantener una conversación y comprender los deseos y expectativas de cada una de las personas implicadas.
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