Cuando el sexo esté templado, el “spanking” pueden ser una buena manera de volverlo un poco más caliente.
Desde hace mucho tiempo, los aficionados al BDSM y otros saben que darle unas palmadas a la pareja durante el sexo puede dejarle más vibrante.
Pero fue a partir de películas como Cincuenta Sombras de Grey cuando se empezó a hablar de este fetiche con un poco más de naturalidad.
¿Qué es el spanking?
Spanking es literalmente la práctica de golpear las nalgas (y no solo) de tu pareja con la palma de la mano abierta. Además de las manos, se puede utilizar un azote, una vara de ratán, un cinturón o cualquier otro instrumento que cause dolor al aplicarlo.
Al parecer, una palmada o unos azotes en las nalgas durante el sexo aumentan el placer. La palmada puede variar en intensidad según el momento, pero nunca deben causar un dolor insoportable.
Cómo practicar el spanking
- Hablar de antemano – En primer lugar, como cualquier otro fetiche o fantasía que implique a más de un participante, hay que estar de acuerdo. El consenso es esencial. Hay que hablar, establecer límites e incluso una safe-word, por si hay que parar.
- El Entorno – El spanking no es una práctica que requiera un entorno específico. Pero como en cualquier otra práctica sexual, un ambiente más íntimo con media luz, velas y música siempre creará un ambiente diferente.
- Cómo empezar – Hay niveles de intensidad, que van de los más ligeros a los más intensos. Es mejor empezar con golpes más suaves y aumentar la intensidad si es el deseo de ambos. Hacer un poco de suspense antes de golpear puede hacer las cosas más interesantes. Lo que hay que hacer es empezar con calma, preguntar, probar y observar siempre las reacciones de la pareja.
- Posiciones – Las posiciones para el spanking pueden variar. Todo dependerá de la intención. Las más comunes son: el sumiso tumbado sobre las rodillas del dominador, a cuatro patas o de pie apoyándose en un mueble o en la pared.
- Cuidados Pos-Spanking – Como es obvio, dependiendo de la intensidad del juego, es normal que aparezca algún enrojecimiento o incluso una lesión. Por lo tanto, es necesario observar cuidadosamente la zona donde se aplicaron los golpes en busca de cortes o laceraciones. Incluso existen en el mercado productos específicos para calmar la piel tras la práctica de este fetiche. Se trata de cremas after spanking que calman e hidratan la piel.
Al igual que cualquier otro fetiche o fantasía, el secreto es disfrutar al máximo del spanking. Los participantes deben estar de acuerdo en todo para que la experiencia no sea desagradable. Y, obviamente, ¡respetar lo acordado!
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