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Ménage à trois: con dos mujeres en la cama

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«Busco una pareja», fue así como Susana publicó su anuncio en una web de contactos; le apetecía poder disfrutar al fin de una experiencia erótica que aún no había podido consumar: un ménage à trois.

Ivan e Iris estaban buscando una mujer sexy y con sentido del humor para hacer un trío, su fantasía, con dos mujeres, se parecía a la de Susana: las mujeres eran lo importante, Ivan solo se inmiscuiría si así se le solicitase, si no, se dedicaría a contemplar.

Se exigía una relación sólida: A Susana no le apetecía ningún drama de celos -ella también buscaba gente con buen sentido del humor. A ella le gusto Ivan -1,80 m. de altura, esbelto y bien dotado, y se sintió atraída por los pechos sexys de Iris, y su piel, ligeramente oscura, como buena latina que era. Durante días se enviaron correos hasta que una llamada confirmó su encuentro a tres: ¡Se cumpliría el deseo de Susana, un ménage à trois!

¿Cómo fue la noche? Cada uno lo cuenta a su manera:

Iris: La verdad, ¡me preocupaba que Susana fuese más guapa, que estuviese mejor, más cachonda que yo! Pero mi marido, Ivan, me tranquilizó, me dijo que él no buscaba una nueva esposa porque ya tenía a la mejor. Él deseaba verme jugar y disfrutar con otra mujer y yo deseaba saber a que sabía una mujer, sus senos, su sexo, su suavidad.

Nos encontramos en una habitación de hotel y nos pusimos calientes enseguida, tras el primer cóctel, el nerviosismo inicial se había esfumado.  Nuestra conversación sobre aventuras eróticas y fantasías sexuales hacía que subiese la temperatura corporal de todos e Ivan propuso que empezásemos.

Susana respiraba sigilosamente, suspiraba y gemía plena de placer. Sus agradables sonidos llenos de sensualidad hacían que me excitase todavía más. Deleitada, ella se entregó a mis caricias, me dejó mordisquear delicadamente sus pechos y suspiró cuando, finalmente, Ivan y yo la besamos en los pezones y nos los repartimos. Me gustó especialmente que fuese con mi marido y una segunda mujer. Fue tan intenso que sugerí que nos acostásemos los tres y Susana exclamó llena de lascivia: Oh, sí, sí!

Llegó mi turno y la verdad, no logró recordar todo lo que vino después, manos, bocas, pene, vagina, todo mezclado en orden de placer al gusto. Ivan me penetraba y Susana me sorbía mientras me satisfacía con su delicada lengua por todo mi sexo haciéndome disfrutar de múltiples orgasmos, sin celos ni envidias y segura del placer que también transmitía a mis compañeros de cama.

Susana: No me arrepiento de haber participado en esta aventura y no me importaría volver a ser la segunda mujer de su ménage à trois  Desgraciadamente, ellos dejaron bien claro que tenían una regla inquebrantable: nunca repetir el mismo encuentro. Pero quién sabe: tal vez cambien de idea y haya una segunda sesión de puro sexo y placer desbordante. De momento no logro imaginarme formando parte de un trío con otra pareja. Porque solo con recordar las sensaciones que mi cuerpo y sexo experimentaron en ese encuentro me humedezco y pongo orgásmica.

Ivan: Claro, yo estaba deseando hacerlo cuando Susana aceptó lo de montarnos un trío. Mi matrimonio con Iris va a las mil maravillas, el sexo con mi mujer es increíble, lo hacemos a todas horas y siempre es diferente. Puedo hablar con ella sobre todo, incluyendo nuestros deseos sexuales, y eso me gusta especialmente. Me gusta el hecho de poder tener nuevas experiencias sexuales con Iris, y lo que hicimos con Susana enriqueció mucho nuestra relación.

Mis ojos se deleitaron mientras las dos se acariciaban y besaban, sus pechos, juntos, rozándose la una contra la otra.

Fue fantástico, el suspiro y el gemido de dos bellas mujeres juntas. Me tuve que aliviar varias veces, en caso contrario, no hubiese soportado tanta lujuria de una sola vez. Fue increíble. Tuve unos cuantos orgasmos esa noche.

¿Si me preocupaba el hecho de no lograr satisfacer a dos mujeres? No. Ni en lo más mínimo, porque en realidad no se trataba solo de satisfacción sino de intensidad erótica.

¡Los tres sentimos perfectamente como subía nuestra tensión sexual al tener a nuestro lado, un acompañante de lujo en nuestro ménage à trois!

**Este texto no refleja, necesariamente, la opinión de ApartadoX.

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