Hay muchos tipos de masajes: relajantes, tántricos, deportivos, tailandeses, etc. Y existe ese masaje especial que tiene un nombre de cuento de hadas: ¡masaje con final feliz!
Al masaje con final feliz se le añade una buena dosis de «picante» y en este artículo te enseñaremos paso a paso los pasos para un masaje con happy ending.
El ambiente
- Para que se estimulen todos los sentidos, además del tacto, es muy importante el lugar donde se va a realizar el masaje. Tiene que ser un lugar cómodo y tranquilo.
- Encender velas aromáticas y poner música agradable, preferiblemente instrumental.
- Colocar una iluminación más suave que permita una sensación de intimidad. Sólo hay que tener cuidado de que no esté demasiado oscuro y no se pueda observar el cuerpo y las sensaciones de la persona que recibe el masaje.
- Ajustar la temperatura del ambiente – Si el lugar tiene aire acondicionado, mejor. Si no, a veces abrir una pequeña ventana o dejar la puerta abierta puede ayudar. Por lo general, la persona que recibe el masaje siente más frío que la que lo hace. La temperatura tiene que ser agradable para ambos.
- Aceite de masaje – Es esencial tener un aceite de masaje o una crema hidratante para facilitar el deslizamiento de las manos sobre el cuerpo de tu pareja. Si el aceite es comestible, aún mejor. De este modo, se puede utilizar la boca y la lengua para dar más sabor al masaje.
- Beber champán o un buen vino también puede ayudar a relajar antes de empezar el masaje.
Con el entorno preparado, es hora de empezar el masaje.
Masaje con final feliz paso a paso
- La persona que va a recibir el masaje debe acostarse boca abajo;
- Quien vaya a hacerlo, se pone un poco de aceite en las manos y se arrodilla entre las piernas de su pareja;
- El movimiento más utilizado es la presión de los pulgares en movimientos ascendentes y circulares;
- Comenzar el masaje desde los hombros y la espalda y bajar hasta los glúteos;
- Variar la presión con la que se aplica el masaje y tratar de entender si a la pareja le gusta algo más suave o más fuerte;
- A continuación, bajar por las piernas hasta los pies. La parte interna de los muslos es muy sensible, por lo que frotar las manos en esta zona da mucho placer;
- Después de masajear hasta los pies, pedir a la pareja que se gire de frente;
- Deslizar las manos por el torso. Se puede aprovechar para besar el cuello, mordisquear la oreja y también tocar los pezones;
- Quedarse un poco en la zona del estómago y estar siempre atento a las reacciones de la pareja;
- Acariciar la región inguinal, evitando tocar los genitales;
- Volver a bajar a los pies;
- En este punto el deseo y la excitación serán máximos. Es el momento entonces de dar el tan esperado final feliz, que puede ser la masturbación, el sexo oral o incluso la penetración si es el deseo de ambos.
Lo importante del masaje es ser consciente de las reacciones de la pareja y mostrar intención de dar placer. ¡Sin prisa, sin estrés, sólo disfrutando cada minuto de este momento para dos y ser feliz!
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