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5 pasos para una vida sexual más satisfactoria

5 pasos para una vida sexual más satisfactoria

No pocas veces nos encontramos con frases que lo que pretenden es enseñarnos, frases como «haz que tu pareja enloquezca en cama» o que afirman conocer «los secretos mejor guardados de la excitación».

Mientras algunos de estos consejos pueden tener una mera intención información, lo que subyace por detrás de este tipo de mensajes es el hacernos creer que una actividad sexual frecuente equivale a una relación duradera. Sabemos que eso no es verdad. El sexo, es decir, el buen sexo, es tan diverso como personas hay en la tierra. Toda relación sexual es diferente y depende de la relación, más general, que ese establezca entre quien lo practica. Para una vida sexual plenamente satisfactoria lo primordial es establecer, entre las partes implicadas, una comunicación honesta. Comuniquémonos, por favor. 


 1. Veamos, ¿piensas que ya lo sabes todo? Déjate de tonterías

Cuando hablemos de frecuencia sexual o como enfocar el acto sexual en sí, no existe la palabra «normal». No hay estadística o terapeuta alguno que pueda darte una fórmula perfecta para una vida sexual plena. Algunas personas lo hacen tres veces por semana. Otros, solo una vez. Cada pareja tiene su propio ritmo, y le corresponde a los dos el descubrir que os hace sentir más cómodos. Exponer el punto de vista de cada uno y las expectativas respecto al número de veces que hubieseis deseado hacerlo es un excelente y muy saludable ejercicio de comunicación. A lo largo del tiempo, el deseo, en el seno de la pareja, sube y baja dependiendo de toda una serie de factores externos como pueden ser el trabajo, la economía, las hormonas, o problemas de índole familiar o de salud. Antes de nada, no hagas caso a lo que la sociedad dicta sobre cómo debería de ser tu vida sexual.

2. Exprésate: necesidades y deseos

Muchas veces no logramos ser del todo sinceros sobre lo que el sexo significa para nosotros. Una y otra vez vemos como los medios nos dicen cómo deberíamos de sorprender a nuestra pareja, con guarrerías o con una nueva técnica, que pueda que no terminen del todo bien. El hacerlo así puede que haga posible que nos sinceremos sobre nuestros deseos y necesidades, pero existe una manera más directa: solo hay que dar el paso y preguntar a nuestra pareja sobre nuestras preferencias y fantasías.  No esperes llegar a un acuerdo en todo y mantén la mente abierta. Eso no hará que nuestras relaciones sexuales cambien de un día para otro, pero al crear un espacio seguro y confiable, puede que nos ayude a embarcarnos en nuevas experiencias. 


3. ¡Explora!

Superado el obstáculo de conversar sobre como hacer frente a la rutina, poneros a investigar juntos. Ya sean los libros de Anaïs Nin o el Kama Sutra – hay toda una lista de manuales sobre placer. Visitad una tienda de lencería o un sex shop. Si te suelen traicionar los nervios, pregunta y deja que te guíen por la tienda. Échale un ojo a la red, puede que encuentres cosas interesantes. 

4. No te centres en el fin.

A los orgasmos se les considera algo así como el broche final. Pero si lo que buscas en tu vida sexual es tan solo «finalizar», entonces lo que estás es desperdiciando la oportunidad de disfrutar de unos momentos de intimidad realmente buenos. El orgasmos no es el único indicador de una vida sexual satisfactoria. Aprovecha el viaje y no solo el destino. La próxima vez en vez de obsesionarte con ese fin, concéntrate en disfrutar del cuerpo: construye confianza tocando a tu pareja. Estudia sus zonas erógenas, las partes más sensibles de su piel. Durante los preliminares, intenta frenar alguno de los sentidos o restringir el movimiento de un miembro y quédate con lo mucho que eso te hará sentir. Si lo que deseas es que esto se convierta en una agradable expriencia para ambos, entonces presta atención a la comunicación no verbal, al lenguaje corporal. Líbrate de la presión por alcanzar el clímax y aprovecha el proceso de descubrir otras forma de meterte en preliminares. Todo lo que descubras, te resultará sorprendente.

5. Lo más importante es que te diviertas.

Si no disfrutas, busca y explora. Puede que no todo resulte tan interesante como imaginaste (¿te das cuenta de lo pegajoso que puede resultar el chocolate), pero aprenderás a sentirte mejor. Puede que a uno de vosotros le entren ganas de estordunar, o toser, o de echarse un pedo, lo mejor es que os riáis de ese momento «realmente inoportuno». El sexo es una forma especial, sagrada, de compartir momentos íntimos, pero lo importante es apreciar y explorar cosas juntos. Entonces, manos a la obra, suelta ese voraz apetito que hay en ti.

Para mejorar la vida sexual lo importante no es encontrar nuevos juguetes o excitantes posturas: de lo que se trata es de encontrar nuevas maneras de relacionarse a un nivel más íntimo. Abandona las expectativas, recuerda que las parejas respectan los límites y centraros en practicar sexo seguro. En última instancia, aprender a comunicar nuestros deseos puede hacernos sentir más cerca el uno del otro.

Aunque ya solo sea por conversar abiertamente sobre sexo, ya es un gran paso a la hora de mejorar vuestra relación.

Sería una gran pérdida de tiempo el limitar los beneficios de la comunicación humana a simples asuntos por resolver en una cama, un sábado noche.

**Este texto no refleja, necesariamente, la opinión de ApartadoX.

Dolores y Placeres

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