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La negación del orgasmo

La negación del orgasmo

El orgasmo alivia el estrés, estimula el sistema inmunológico y combate el insomnio. Incluso sin todos esos aspectos positivos, el orgasmo es simplemente maravilloso. No es de extrañar el que muchos de nosotros busquemos tener más y mejores orgasmos.

Entonces, ¿por qué negar algo tan bueno? La negación del orgasmo puede comportar sorprendentes beneficios.

No se trata de una abstinencia directa. En la mayor parte de los casos, implica un componente sexual preliminar de anticipación, cuidadosamente controlada. Una de las formas más comunes de negación del orgasmo en la pareja tiene que ver con permitir a la pareja que lleve el control mientras el otro se somete a las reglas. Existen otras variantes básicas: negación total y provocación y negación.

Al ejemplo más clásico de negación total se le denomina en el universo del fetichismo como castidad. A veces implica que el sumiso utilice un dispositivo de castidad con el que asegurarse la abstinencia sexual o, simplemente, promete abstenerse de practicar sexo por un determinado período.

Este tipo de negación del orgasmo suele ser de larga duración y puede implicar la prohibición de masturbarse o solo cuando el dominador lo permita -e incluso prohibir todas las formas de sexo por un período indeterminado.

En la variante de provocación y negación, el dominador excita al sumiso para después interrumpir el estímulo justo antes del orgasmo. La negación puede desarrollarse en una única sesión o en varias seguidas hasta permitir que el sumiso pueda disfrutar del orgasmo, una

técnica conocida como edging – o control del orgasmo. Es habitual que el dominador estimule al sumiso hasta llegar al orgasmo, negándolo al final y manteniendo al sumiso en dicho estado durante horas e incluso días.

La negación del orgasmo no se practica solo como un fetiche BDSM tradicional, incluye desde dispositivos de castidad hasta dinámicas de dominio y sumisión -muchos prefieren adoptar un enfoque menos agresivo, de carácter más espiritual, tántrico como el Karezza, o coitus reservatus -lo que implica el atrasar o negar los orgasmos de ambos, pero que no requiere sumisión.  Se puede, asimismo, practicar la negación del orgasmo en solitario.

La intensa tensión sexual que se crea con esta práctica sexual intensifica la excitación y pujanza del clímax, siendo una buena opción si lo que se pretende es avivar el deseo sexual en relaciones duraderas -hace que los preliminares duren más, incrementa la libido y potencia el auge, además de ayudar a los hombres a aprender a controlar el orgasmo para poder atrasarlo por más tiempo.

Muchas parejas consideran que la negación del orgasmo incrementa la intimidad y les hace sentirse más presentes y unidos. Esto puede ser especialmente cierto en aquellos casos en los que se priorizan las dinámicas de los juegos de dominio. El elemento de dominio/sumisión puede estimular sentimientos de devoción y compromiso en la pareja.

Si nunca has probado la negación del orgasmo, ¿por qué no empezar por cortos períodos de tiempo? Puedes también optar por negar el orgasmo durante una masturbación a solas. O incluso incluir una escort como elemento experimentado para iniciaros a ambos en la provocación y en el negación Mucha gente ya ha podido descubrir que la negación del orgasmo añade vigor y erotismo y provoca orgasmos mucho más vigorosos y plenos.

**Este texto no refleja, necesariamente, la opinión de ApartadoX.

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