in

Sexo y Alma: su primera lección tántrica

Sexo y Alma: su primera lección tántrica

Con tantos consejos, guías y artículos para alcanzar el orgasmo, el sexo puede parecer una carrera hasta el orgasmo, cuando en realidad es mucho más que eso.

Estos breves consejos tántricos sirven para todo el mundo y pueden ayudarle a experimentar un mejor sexo, en cuerpo y alma.

Tantra (entrelazados en sánscrito) significa desacelerar, conectarse con tu compañero/compañera, volviéndose orgásmico, sintiendo el cuerpo y el alma de tu compañero de un modo mucho más sensible.

El verdadero tantra es algo a explorar, aprender y descubrir a lo largo del tiempo y son estos los pasos iniciales para añadir algunos elementos fundamentales para tu vida amorosa. ¿Has oído hablar de Karezza, por ejemplo?

Crea un espacio íntimo y relajante.

En el tantra, el sexo es una experiencia completa de cuerpo y alma y la mayor parte del Tantra implica satisfacer todos sus sentidos. Qué aromas son relajantes para ambos, o qué fragancias os estimulan. La lavanda es conocida por sus propiedades antiestrés y el incienso o las velas nos ayudan a recrear el ambiente que buscábamos. Presta atención a los colores, texturas, música e incluso, alimentos. Ponte ropa cómoda y que combine bien con tu piel. Recuerda que el espacio a recrear debe conformar una zona de confort que lo que propicie sea poder concentrarse tan solo en tu compañero.

Respira y establece contacto visual

Respirar nos viene de maravilla para relajar nuestro cuerpo. Empieza sentándote en frente de tu pareja, con las piernas en cruz o, si lo que prefieres es mantener más contacto físico, siempre puedes sentarte en el regazo de la otra persona con las piernas encogidas una en la otra.

Intenta respirar hondo por la boca durante cuatro segundos y soltar el aire lentamente otros cuatro segundos por la nariz. Asimismo, intenta coordinar tu respiración con la de tu pareja para lograr una sensación de conexión. Inspira cuando tu pareja inspire; expira cuando ella expire. Altérnalo: inspira cuando expire, expira cuando ella inspire. Centra tu mirada en los ojos de tu pareja para que lo que hagáis sea miraros fijamente el uno al otro. Esto puede hacerte sentir vulnerable al principio, pero con la práctica te llevará a una intimidad más profunda.

Practica la percepción.

No te obsesiones con el placer en si mismo, déjate llevar lentamente por el placer que experimente cada parte de tu cuerpo al estimularla. Recorre el cuerpo por partes, empezando por los dedos de los pies hasta los tobillos, el cuello, el rostro y la punta de las orejas. Siente todo, desde la sensación de tu piel hasta la temperatura de la sala. Haz caricias, da besos y toca a tu pareja, déjate tocar, lánguidamente, y por partes de tu cuerpo que no solo sean las típicas zonas erógenas. Prueba a tocar el cuello, la barriga o muslos de tu pareja. Deja que la excitación se manifieste, y recurre a un aceite corporal y un masaje.

Mantener la exitación

El sexo tántrico lo que busca, más que alcanzar el orgasmo, es ser orgásmico en si mismo, probad a acercaros al clímax al mismo tiempo, dejando que la excitación llegue justo al punto anterior al de no retorno, y después, vuelve a incrementarla, intensificando la energía sexual generada por ambos.

Cada vez que logres aguantarte el orgasmo, te sentirás más excitada. Es una buena forma de desarrollar el autocontrol y, a fin de cuentas, tu orgasmo será mucho más intenso y gratificante.

El sexo es puro placer, pero con el Tantra de lo que se trata es de despertar la energía sexual, explorar los sentidos y encontrar una conexión más profunda contigo misma y con tu pareja a través del cuerpo y el alma.  Al retirar el foco del clímax, el Tantra puede ayudarte a experimentar el sexo en una dimensión mucho más holística.

Como todo, es algo que necesita ser aprendido y practicado con el tiempo.

Y, seguramente, ¡es una magnífica forma de pasar el sábado por la noche!

**Este texto no refleja, necesariamente, la opinión de ApartadoX.

Sexo na Praia dos Prazeres, Capítulo Final

La Playa del Deseo – Capítulo Final

Eres mía

Eres mía